El pulido mejora la superficie metálica de las cadenas, eliminando imperfecciones como rayaduras o marcas. Este proceso otorga un acabado brillante y suave, ideal para aplicaciones que no requieren protección contra la oxidación.
Este tratamiento protege las cadenas contra la corrosión mediante una capa uniforme de zinc. Ofrece una durabilidad destacada frente a la humedad y condiciones climáticas adversas, con acabados en tonos dorado o plateado, que combinan protección y estética.
Un proceso avanzado que refuerza la resistencia y durabilidad de las cadenas. Mediante altas temperaturas y recubrimientos de carbono, este tratamiento asegura una mayor resistencia al desgaste, la fatiga y las deformaciones, manteniendo el núcleo de la cadena flexible y resistente.